2022/23: JUNTOS SEREMOS + LUZ SI NOS CUIDAMOS
El nuevo itinerario de Pastoral de la FEFC para el curso 2022-2023 tiene en el horizonte el lema del curso anterior: “JUNTOS SEREMOS MÁS LUZ”, que se irá concretando incluyendo algunos aspectos del Pacto Educativo Global al que nos invita el Papa Francisco, así como dando respuesta a la pregunta: ¿Cómo somos o seremos más LUZ en la realidad que nos toca vivir?
Según Eline Lund: “Somos una sociedad en la que hay tanta depresión, ansiedad, violencia, estrés, una sociedad que necesita sanar, que necesita un respiro, un poco de cuidado. Profesores quemados, padres sobrecargados, equipos directivos extenuados… cada uno estamos haciendo lo mejor que podemos para responder a las demandas del mundo. ¿Y si juntamos fuerzas para que la vida sea un poco más ligera para todos?”.
Como nos dice el Papa Francisco: “La cultura del cuidado es el camino necesario para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que suele prevalecer hoy en día. La pandemia y sus consecuencias nos han enseñado la importancia de hacernos cargo los unos de los otros, así como también de la Creación, para construir una sociedad basada en relaciones de fraternidad.
Esta realidad, que es la nuestra, nos invita a cuidar, a cuidarnos en primera persona, a cuidar a los otros y a darnos cuenta de que el planeta, nuestra casa común, necesita también nuestro cuidado. Esta realidad nos desafía a buscar estrategias, porque enseñar no consiste principalmente en transmitir conceptos, sino en integrar procesos y ofrecer y acompañar experiencias.
Quien dice CUIDAR dice DAR, darnos, darLE. Cui-dar es estar presente, abrir el corazón, acercarse al otro, ser persona de gestos. Es una actitud que no es privilegio de nadie, cualquier persona puede desarrollarla, pero es una actitud propia de los cristianos y, por tanto, una actitud de cualquier miembro de la FEFC.
Una escuela que cuiDA es una escuela capaz de acoger, sostener, acompañar a todos los miembros de la Comunidad Educativa para poder responder a sus necesidades.
Como dice Óscar Alonso Peno: “Cuidar es todo un arte para vivir más felices y hacer más felices a los demás”.
Los centros FEFC hacemos realidad, en el día a día, el dinamismo del cuidado, pues son escuelas donde la persona está en el centro de su propuesta evangelizadora. Solo si cuidamos a la persona podremos crear una sociedad más justa y acogedora. Y lo hacemos al estilo de Jesús de Nazaret: su vida, sus palabras, y sus acciones tienen la virtualidad de adentrarnos y de conducirnos por el camino del cuidado. Los textos evangélicos muestran a Jesús cuidando a los enfermos, a los juzgados, a los rechazados y excluidos, a los desesperados, a los que se reconocen pecadores, a los que hacen el bien, a los que siguen sus pasos… En Jesús, cuidar encuentra su apogeo en la Cruz, donde da su vida por la humanidad. Allí, todos, cristianos y no cristianos, pobres y ricos, letrados e incultos, gentes de todas las razas… se benefician de los cuidados de Jesús.
Invitemos, como en la Parábola del Buen Samaritano (Lc 10,25-37), a “Hacer lo mismo”, haciéndonos cargo del otro a través de nuestras palabras y gestos sanadores, acogedores, de preocupación por el bien común y la salvaguarda de la Creación. El herido del camino nos está esperando, no podemos girar la cabeza, pasar de largo ante las necesidades de los demás.
La imagen del buen samaritano nos presenta al prójimo concreto, histórico, que interpela y compromete a cada uno en respuestas y opciones decisivas. No se trata de saber quién es mi prójimo, sino de saber de quién soy yo prójimo. La parábola nos muestra con claridad que el prójimo es aquel a quien cuido en un momento determinado, acompaño, protejo, pero también de quien me preocupo de su suerte más allá de la acción concreta: “Cuida de él y, si gastas algo más te lo pagaré cuando vuelva”. No es exagerado decir que en esta imagen del samaritano tenemos la carta magna del cuidado y la forma concreta del amor evangélico.
Qué hermoso sería si fruto de este itinerario, cada miembro de la Comunidad Educativa de los colegios FEFC pudiera decir que en su colegio siempre se ha sentido cuidado, y junto con otros ha colaborado en la edificación del mundo que Dios nos pidió cuidar.